La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

08 junio 2014

Nocturno

Más allá de las estrellas buscando la propia, la auténtica identidad.
Quiero huir en el negro corcel de la noche,
como siempre,
cabalgar al otro lado de esta tiniebla absurda
que no le corresponde.

La noche huele a verde y a azul
Fresco, fresco es el aire.
Oculta de la luz del milenario astro,
déjame ver
que quiero arrastrar mi sombra
más allá de este falso horizonte
donde el alba cree, oh ilusa,
poder apagar las estrellas con su boca.
 Ellas son partículas de luz de la auténtica aurora,
iluminadas lágrimas, 
resplandor de una sonrisa inocente
o acaso el brillo intenso
de una mirada que espera amante

Quiero cabalgar sobre el corcel de la noche
cuerpo a cuerpo
y recorrer la distancia que aún queda
para escuchar 
la fonética exacta de mi nombre.

2 comentarios:

  1. Bello poema donde la noche es la forma oscura de encontrar la luz. Tod@s sabemos que las noches son páginas abiertas para llegar a tantas conclusiones...
    Me reitero que es un bello poema.
    Mi agarimo,
    Rosa María Milleiro

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  2. No sé qué es más hermoso, si la cabalgadura o el destino anhelado, en cualquier caso tus versos nos llevan al trote hasta ese lugar donde los nombres adquieren su verdadero sentido porque son pronunciados con amor.

    Besos

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