Más allá de las estrellas buscando la propia, la auténtica identidad.
Quiero huir en el
negro corcel de la noche,
como siempre,
cabalgar al otro
lado de esta tiniebla absurda
que no le
corresponde.
La noche huele a
verde y a azul
Fresco, fresco es el aire.
Oculta de la luz del
milenario astro,
déjame ver
que quiero arrastrar
mi sombra
más allá de este
falso horizonte
donde el alba cree, oh ilusa,
poder apagar las
estrellas con su boca.
Ellas son partículas
de luz de la auténtica aurora,
iluminadas lágrimas,
resplandor de una
sonrisa inocente
o acaso el brillo
intenso
de una mirada que
espera amante
Quiero cabalgar
sobre el corcel de la noche
cuerpo a cuerpo
y recorrer la
distancia que aún queda
para escuchar
la
fonética exacta de mi nombre.
Bello poema donde la noche es la forma oscura de encontrar la luz. Tod@s sabemos que las noches son páginas abiertas para llegar a tantas conclusiones...
ResponderEliminarMe reitero que es un bello poema.
Mi agarimo,
Rosa María Milleiro
No sé qué es más hermoso, si la cabalgadura o el destino anhelado, en cualquier caso tus versos nos llevan al trote hasta ese lugar donde los nombres adquieren su verdadero sentido porque son pronunciados con amor.
ResponderEliminarBesos