La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

27 febrero 2009

Regresar
a la ondulante marejada de trigo
al sopor aplastante de la tarde.
Algarabía de chiquillos en las calles.
Regresar al estival concierto de la infancia.

Inconsciente ceguera
de todas las angustias
de todos los sudores,
inconsciente ignorancia
de todos los pesares,
de todas las tormentas
que el grano cosechado amenazaban,
de las tempestades
que vencieron el sofocante estío
y el infinito azul de plomo.

Regresar
al indolente transcurso de los días,
al frescor de las noches acaudilladas de luna,
cortejadas de estrellas,
a las luces, qué tan frágiles
morían a toque de relámpago
o bajo platillos pasaban
la penumbra temblando.

Regresar a esas luces
aunque nunca iluminaron mis pasos
en las calles henchidas de tinieblas.
Regresar a la aventura
de todos los temores inventados
al vértigo de la inclemencia inesperada,
a la presentida gracia de los cielos.

Regresar, regresar
a la dulce inocencia de las manos blancas.

18 febrero 2009

Réquiem por los álamos

En memoria de una docena de álamos blancos derribados en mi calle

Podrán robarme las rosas,
podrán romper los bancales
de mi huerto, el fruto
y la flor de mis frutales,
podrán robarme la nana
del arrullo de mi calle.

Nadie acunará las noches
de gatos en el tejado
cuando derriben la sombra
de mis versos asomados.
¿Quién sosegará mi sueño?
Ay, de mis álamos blancos.

Ay, de mis álamos tristes,
por engarzar la esperanza
voy hilvanando mis verdes
en el blanco de las ramas
pero el cerebro del hombre
está en el brazo del hacha.

08 febrero 2009

Números

Ante la crisis, hagamos números.

Los números forman secuencias,
cálculos astronómicos de materia gris.
Los números salpican
telúricos movimientos terrenales
y dicen medir el corazón de las estrellas.

Los números saben
la distancia entre dos puntos imaginarios,
miden las intenciones de la mente
y la multiplican con ambición
pero no saben hallar el área
de la circunferencia de un abrazo
ni la velocidad de la luz
con la que alcanza su anhelo una mirada.

Los números sacan la raíz de altos standings,
no dividen justamente los beneficios,
no suman las ganancias sin lucro
pero son capaces de asentar la lógica
en los intereses de la guerra.

Los números descifran la clave de los nombres
pero no decodifican su misterio
ni resuelven su equivalencia con el espíritu.

Los números,
su lenguaje, su combinación,
la geometría de sus fórmulas,
nos permiten indagar, embarcados en la ciencia,
de las puertas de la vida a la profundidad del cosmos
pero aún no han hallado justificación
a la aparente anarquía del amor.