Quien no se ha sendido alguna vez como un pájaro, sobre las ramas desnudas de un árbol, en el invierno, inventando melodías nuevas mientas esperamos la primavera.
Sobre el altozano 
reposa el invierno, 
rocío templado, 
escarcha el aliento. 
Árbol solitario 
que siempre mendigas 
bosques legendarios 
desde la colina, 
sostenme en tus ramas 
de sutiles líneas. 
Soy pájaro, breve. 
Desnudo eres lira, 
verdor que amanece 
de llanto y de risa. 
No llores distancias 
forjadas de asfalto, 
ni caricias rotas 
ni vientos amargos. 
No me hables de ausencias 
ni de soledades, 
leve es mi presencia 
sobre tu ramaje. 
Olvida la nieve 
que quebró tus ramas, 
que un tacto de verde 
me roza las alas. 
Espero  tu fronda 
de luces tempranas, 
empapo mi sombra 
con tus esmeraldas. 
Un brote incipiente
en ti se despierta, 
sostenme, sostenme, 
soy ave que intenta 
atrapar las hojas 
de otra primavera, 
cantar con tus notas 
melodías nuevas. 
