Olvidar el rencor, buscar la reconciliación y seguir el camino en paz con uno mismo y con los demás.
He aprendido a olvidar
la herida
de ayer y la lágrima,
a buscar
en el espejo, solamente,
la imagen límpida del alma,
a escapar
del rencor y de la ira
a seguir el camino
y pasar la página.
la herida
de ayer y la lágrima,
a buscar
en el espejo, solamente,
la imagen límpida del alma,
a escapar
del rencor y de la ira
a seguir el camino
y pasar la página.
Si has parendido todo eso, sin duda has aprovechado bien las lecciones de la vida.
ResponderEliminarPocas cosas hay que menoscaben tanto nuestro espíritu como el odio, la ira o el rencor.
Hermosos y acertadísimos versos.
Besos
El odio, la ira o el rencor son una carga demasiado pesada que no merece la pena llevar.
EliminarEl rencor y la ira,es una enfermedad que pudren el alma.Hermosa lección nos ofreces Teresa, gracias y felicidades por lo conseguido.Bss
ResponderEliminarEl rencor nubla la mente e impide el enriquecimiento del espíritu.
EliminarQué buen poema. Sin el perdón y la misericordia no se puede vivir.
ResponderEliminarCierto, no se puede vivir. El perdón y la misericordia iluminan el alma.
EliminarEs lo mejor para seguir caminando, guardar rencor solo reporta hiel y ella nos envenena por dentro..., que no, que estar agusto con uno mismo siempre ha de ser lo más importante. Un besazo guapa
ResponderEliminarAsí es, el rencor envenena la existencia y no se puede vivir a gusto, mejor quitárselo de encima lo antes posible.
EliminarDecía Platón que es peor cometer injusticia que padecerla...
ResponderEliminarEs peor, sin duda, cometer injusticia, sin embargo, en la realidad cotidiana, parece que las palabras de Platón no tienen mucho seguimiento.
ResponderEliminarFelicidades por la luz de tus palabras.Un placer saludarte.Un beso.
ResponderEliminarMª Teresa, dejas una entrada maravillosa, el rencor hace su nido en el alma y te corroe por dentro. Es todo un reto hacer lo que dice tu poema... he aprendido a olvidar la herida... Me quedo con esta frase, que está llena de luz.
ResponderEliminarUn abrazo con estrellas de esperanza.
Querida amiga la vida es un constante aprendizaje y cuando la madurez noe lleva al paraiso de la calma, todo lo demás ya es superable.
ResponderEliminarUn abraciño,
Rosa María Milleiro
Has aprendido a ver tu alma limpia...
ResponderEliminarUn abrazo.