La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

24 diciembre 2009

No hubo campanas

FELIZ NAVIDAD 
y mis mejores deseos a todos los que habéis pasado por aquí dando sentido a mis versos.


En el eco de la noche

brilló la luz ignorada.

Entre antorchas y faroles

despuntó el alba sagrada,

En el trono de los hombres

No, no hubo campanas.



Signado abrazo de estrellas,

silencio en la noche clara,

en el silencio, silencio…

Sonó el golpe de la aldaba

a la puerta de los tiempos.

No, no hubo campanas. 



Rostro frío de la historia,

imperios de polvo y nada

escritos sobre la tierra.

Cuando lo aclamó los cielos,

en el pueblo que esperaba…

No, no hubo campanas.



Gimió el viento en las colinas

con su bramido de escarcha,

vigilia de los humildes

en los portales del alba,

en los caminos desiertos…

No, no hubo campanas.



Ya se apartaron las sombras

cernidas sobre la casa.

Murmullos en las tinieblas,

en las alturas, guirnaldas;

partido el pan en el cielo...

en la tierra… No. No hubo campanas.



No hubo multitud en fiestas,

ni alegre batir de palmas,

ni engalanadas estrellas,

ni hombres rindiendo armas.

Se brindó la  Luz al mundo y…

No, no hubo campanas




16 diciembre 2009

A una desconocida soledad

A una muchacha hundida en un portal, una mañana fría de invierno, después de una noche de quién sabe cuánta miseria.

 
No sé si tú buscas un cometa
en tu cielo de estrellas de neón.
No sé si tu luna puede ahuyentar
las sombras que te persiguen.

El sol ciega tus ojos
que reniegan de su luz y se ocultan,
te daña
como a criaturas habitantes de la noche.

Yo desde mi balcón miro al cielo,
lo veo poblado de bendiciones luminosas,
mientras tú dormitas
en la penumbra que te ciega.

Probablemente un foco de resplandores
o un sol amargo eclipsa tu luna llena
y yo, pobre de mí, no puedo apartarlo
para mostrarte tu propia luz.
Sin embargo, una brizna de tu soledad
se me clavó en el alma
aquella mañana clara de invierno
que te vi al pasar, escultura hundida en un portal.
¿Cómo llegaré hasta ti
si no tengo la llave
para cruzar la puerta de tu mundo
y tengo miedo?

Pero otra brizna, parte de mi alma,
se quedó contigo,
te acompañará siempre,
probablemente contigo se hunda,
quizá te ayude a levantarte.

06 diciembre 2009

¿Qué será de ti?



¿Qué será de ti
transeúnte de soledades,
mendigo del cálido temblor de las rosas
y de resquicios de luz?

¿Qué será de ti,
sonrisa de eterna nostalgia,
melancolía de claves deshojados
en la quietud yaciente de la tarde,
herido de magma y río,
amante de vientos aurorales,
pordiosero de todos los misterios?

¿Qué será de ti,
indigente a la puerta de los mundos,
peregrino de rutas olvidadas?

¿Qué será de ti, poeta?
Poeta errante en todos los caminos.