La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

28 noviembre 2012

HUMUS


Yacer en la tierra hasta quebrar la ausencia de la ansiada la luz, romper, mientras tanto, el tiempo en sueños de eternidad.




Ocultadme bajo este abanico 
de quebradizos ocres. 
Cubridme con su manto dorado, 
luminoso, húmedo corazón. 
Lombriz que ahueca 
la fertilidad el tiempo, 
parsimonioso, cruento, 
a la vez veloz e indulgente. 

Ocultadme 
hasta que pase la vida toda 
o se rompa la ausencia.

Seré humus. 
Fermentará mi sangre 
hasta florecer después 
de todas las caducas primaveras 
y saber de la luz 
que nunca muere.

30 octubre 2012

Bella durmiente

El otoño teje un vestido de verde y oro para que  la bella durmiente "Gaia" luzca hermosa. 
Durante el invierno dormirá hasta la próxima primavera.


Entrad y descubrid hoy
a la puerta de las sombras crecientes
mecerse en el aire, 
moribundas las hojas,
saciadas de sol.

Alimentadas de luz
yacen ahora 
henchidas de oro sobre la tierra.
La vestirán con traje de gala
para que luzca hermosa la bella durmiente
los cien días invernales.

Hasta que al fin despierte
con el beso de amor,
que encenderá en su cara rubores,
la primavera.


Gaia. © Teresa S.M.

14 septiembre 2012

Dime



Dime que en tu piel escondes
profundo grabado el beso
que yo escribiré tu nombre
en las dunas del desierto
y no ha de existir el viento
que con su soplo las borre.

Di que quedaron tus manos
con mis huellas confundidas,
que mil versos he grabado
en las hojas infinitas
de la hierba, que a tu paso
el cielo a gritos recita.

Dime que también me amas,
que aún siendo mi paso leve
en tus témpanos mi escarcha
es lágrima incandescente.
Di que es mi verso de lava
hiriendo tu eterna nieve.


09 agosto 2012

Un agujero negro se traga un sol

Espero que la ciencia no me acuse por divagar poéticamente 
sobre las hipótesis de los agujeros negros.



Un agujero negro está tragándose un sol.
De nuevo la trágica y negra metáfora de la muerte
La antimateria desordena,
absorbe los corpúsculos de la inteligencia,
la hace estremecer en su enigma.

Mientras minúsculos insectos
se devoran unos a otros,
el pez grande se traga al pequeño
y los parásitos engordan
a la sombra de bestias colosales
todo un sol es engullido
por un agujero negro.
Certifica la ciencia.

Creo, más bien,
que la estrella huye
del ambicioso ojo del hombre
hacia otros universos puros.

11 junio 2012

Las fuentes de privilegio

A la orilla de las fuentes del privilegio, las marionetas que somos 
son movidas por las manos de altos poderes que nos arrebatan los privilegios a su voluntad.


Está trepando la rosa
a la copa desbordada de mayo.
Todo brinda en abundancia
a la orilla de las fuentes del privilegio.

Me ha tocado vivir el tiempo
de los hombres sin memoria,
que olvidan los poderes altos
que borran los nombres.

El tiempo de esclavos indulgentes
que venden su huella por una cifra
para ser sólo una cifra más
a cambio del festín
que distrae cuerpo y mente.

Sentados a la orilla
de las fuentes del privilegio
reposan su sonora oquedad.
Sólo son la sombra 
de su don divino. 

25 abril 2012

Reconciliación

Para fomentar la paz con los demás, para lograr la reconciliación de todos los hombres hay que empezar por uno mismo. Buscar la reconciliación con nosotros mismos y con la vida. Buscar en nuestro interior la paz y la serenidad, frutos para el enriquecimiento y la alegría.

Reconcíliate,
es mínimo el espacio.
El claro en la espesura
contiene los perfumes,
los bálsamos
para sanar todas las heridas.

Retorna al concilio
donde sólo tú sabes de ti
y a través del visor alto del boscaje
contemplas el mundo
y el movimiento de los astros.

Fuera acechan las hienas
pero aquí
todo el espacio está dispuesto.
Tuyo es el manjar y el vino.
Toma el fruto, degústalo en tu boca.

Recibirás la bendición del agua
y la visita de los pájaros
que comerán de tu mano y de tu mesa
y cantarán las canciones que tú les escribiste.

24 marzo 2012

Los pasos del hombre

A veces, ante noticias de desdichas provocadas por el ser humano a su prójimo, me pregunto si, después de transitar por la historia, los pasos del hombre no han aprendido nada.


Por el largo camino de siglos
fueron los pies cubiertos de pieles,
calzados de pobres sandalias,
o luciendo zapatos de reyes.
Conquistaron imperios antiguos
con perfumes, incienso, fieles,
cautivos ¿no aprendieron nada?

Sangraron heridas de hielo,
vadeando nieblas y pantanos,
besaron las cumbres más altas
arrastrando cadenas de esclavos.

Habitaron ardientes desiertos,
con sus alas la luna pisaron
¡tan blanca! ¿no aprendieron nada?

Descubrieron tierras de promesas
generosas en todos sus bienes,
arrancáronle al mar sus escamas.

Subastados por los mercaderes
fueron carne marcada entre rejas,
otro tiempo al son de cascabeles
sus danzas, ¿no aprendieron nada?

A los pasos, también en presente,
sus iguales a filo de espada
descubren cuestiones ocultas
y brindan con sangre inocente
esgrimiendo su falsa cordura
estudiada, ¿No aprendieron nada, nada?

11 marzo 2012

Estos son mis muertos

Reitero mi homenaje a las víctimas de los atentados terroristas 
del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Que el poema que entonces 
escribí, en honor a estas víctimas, sirva igualmente de homenaje 
todas las víctimas de cualquier clase de violencia, sea cual fuere 
el tiempo y el lugar del mundo en el que la sufren.

Estos son mis muertos.
Son mis muertos y me duelen
porque son de mi casa y son cercanos,
son los mismos muertos por los que lloré otra vez.

De mi pueblo o lejanos,
los mismos muertos siempre, siempre.
Los que cargan sobre los hombros
la enorme cruz de su pan
los que, con el sudor de su frente,
riegan las flores que iluminan a sus hijos
y labran, con el cansancio de sus manos,
el árido camino hasta su casa.

Éstos son mis muertos,
los mismos que mueren de hambre
ante las puertas cerradas
donde se pudre la abundancia.
Son los mismos muertos que lloré.
Los mismos, bajo idénticas bombas
de metralla o de mentiras
que arrasan sus refugios de barro
y apagan todas sus estrellas.

Son mis muertos todos,
pacíficos, inocentes, 
crédulos, confiados,
víctimas de eternos verdugos 
laureados de púrpura
cuyo pulgar oscila, 
ora alzado, ora vencido
entre el poder, el odio y la venganza.

Éstos son mis muertos y me duelen
porque son de mi casa,
los mismos muertos por los que lloré otra vez.

26 febrero 2012

Vara verde

Cuando nace un poema, nos ilumina con su voz, 
es como la primera flor de la primavera, entonces, 
despertamos del letargo y somos bendecidos por la luz de la vida.

Surgiré de pronto de tu boca 
una mañana de tu vida de invierno
cuando no tengas hogar 
donde templar los huesos ateridos.

Y no sabrás de donde llegaron 
las palabras a tu boca.

Te descubrirás ante el espejo 
musitando un poema encendido de mediodía. 

Sentirás la templanza sobre los hombros 
y en tu corazón, 
un brote intenso de primavera 

Así caminarás en paz 
apoyado en una vara verde florecida 
hacia los umbrales de la aurora

08 febrero 2012

Quiero ser música

A la música, ese arte mágico que nos inspira, 
nos acompaña en buenos y malos momentos, 
nos festeja y envuelve cada instante de nuestra vida. 


 Óyeme que quiero
ser música, madre.
Música del agua,
las voces del aire,
canción que los niños
en sus juegos canten.

Versos sean surcos
que la prosa labren
en labios abiertos
a invertir el margen
de los gestos rudos
en gestos amables.

Óyeme que quiero
ser música, madre.
Quiero ser el rayo
que en el coro estalle
después como trueno,
quiero ser la clave,
eco al horizonte
febril de la tarde.

Óyeme que quiero
ser música, madre.

26 enero 2012

Reflexión


Contemplo una estrella descolgándose de la luna y sé que soy  una ínfima partícula en el  universo,  en el tiempo y en el espacio que ignoro, la memoria de lo que seré en un futuro, hoy ya la guarda el universo.


Lucero que de la Luna
te descuelgas como lágrima.
Gota nacarada que vence
la atmósfera que me abarca.

Por contemplarte soy
faz de luna en torno a ti.
Ven cuando fluyan en mí
corrientes de efluvios solares.

Ven  a mí, hazme recordar,
refréscame la memoria de lo que seré
cuando sepa mi edad
o la hora de tu fusión en el cosmos.

04 enero 2012

Llorando por un pájaro (Reposición)

Cuando lloramos por la libertad asfixiada, 
por la injusticia, por el sufrimiento de un ser vivo,
lloramos por todo el sufrimiento del mundo. 

Algunos mendigan sin cansancio
por los pasillos sordos de la burocracia
o gritan desde las afiladas torres del infortunio.
Y yo estoy aquí llorando por un pájaro.

Otros mastican el dolor ajeno y el propio
mientras aporrean con puños de impotencia
las puertas aceradas de un purgatorio que no merecen
 o mueren sin un gemido
en llanuras áridas pobladas de buitres.
Y yo estoy aquí llorando por un pájaro.

Algunos pisotean  las manos
de los que mendigan dignidad tan sólo
y escupen falsedades
hacia un cielo que aún silencia juicio,
otros cultivan remansos
en las orillas mínimas de lo cotidiano.
Y yo estoy aquí llorando por pájaro. 

Ríos mansos, cansados de podredumbre,
recorren las calles del mundo,
con atronador bramido
saltan los barrancos de la injusticia
tras las aguas pacíficas del gran océano.
Y yo estoy aquí llorando por un pájaro.

Por su dolor y por su muerte.
Por todo lo que duele.
Por todo lo que vive.
Porque todo es vida.
Porque todo, todo es pájaro.