Si me buscas en septiembre
verás mi arado en la tierra
para que la paz se siembre.
Si me buscaras en mayo 
me hallarías en la fuente 
donde se bañan los pájaros. 
Si me buscas en febrero 
me encontrarás en tinieblas 
encendiendo el pebetero.
Si me buscaras en julio 
me encontrarás en el cielo 
de resplandores nocturnos. 
Si me buscas en abril 
podrás desojar la rosa 
que te ofrezco en el atril.
Si me buscas en enero 
me encontrarás liberando
espíritus prisioneros.
Si me buscaras en marzo 
te enseñaría universos 
de peregrinos descalzos.
            Si me buscas en noviembre            
te ofreceré lamparitas 
donde tu noche se cierne.
Si me buscaras en junio 
descubrirías mi brazos 
abarcando el plenilunio. 
Si me buscas en octubre 
verás ardiendo mis versos 
porque tus días alumbren.
Si me buscas en agosto 
derramaré en tus silencios 
las dulzuras de mi mosto. 
Si me buscas en diciembre 
me encontrarás en el alma 
de las cosas, siempre, siempre.
