No mereces de mi alma un suspiro
va el espejo de agua en que me miro.
Me susurran las lágrimas del sauce,muy lejos de tu influjo, en el remanso,
su sombra es caricia en mi descanso
que aletarga el fluido de tu cauce.
va inventando sosiegos anodinos.
y me alzas en espumas irisadas.
ni siquiera una lágrima en mis ojos,
sin embargo, a merced de tus antojos va el espejo de agua en que me miro.
Me susurran las lágrimas del sauce,
su sombra es caricia en mi descanso
que aletarga el fluido de tu cauce.
Anulas mis reflejos cristalinos,
aunque firme mi lecho en sus vaguadas va inventando sosiegos anodinos.
Y tú me precipitas por cascadas
que convierten mi agua en remolinos y me alzas en espumas irisadas.