Es el ritmo libre 
de los pies descalzos, 
que el viento en la hierba 
verde en la ladera 
inclina hacia el mar. 
Sigue el paso firme 
por el campo abierto, 
en la arena ardiente, 
en camino ciegos 
de la gran ciudad. 
Caminar errante 
abriendo caminos 
que canta el poeta, 
sólo dejan senda 
de agua y de sal, 
mas la huella firme 
de la piel desnuda, 
molde voluntario 
que deja en el barro 
su huella y se va, 
abre los caminos 
marca buen sendero, 
su entrega sincera 
es huella en la piedra. 
No se borrará.

