En memoria de las mujeres víctimas de la violencia de género.
Me dijeron que era una larva condenada a vivir en su capullo, pero yo esperé y vi desplegar sus alas a una mariposa de mil colores con ansias de libertad.
La larva
Muéstrame tus ojos lánguidos
del color de dulces dátiles
heridos por crueles látigos,
hermosos pero tan frágiles.
Reflejo de cielos límpidos
se olvidaron de las lágrimas,
de sus derechos legítimos,
ocultos tras la crisálida.
¿Quién te encerró en esas cárceles?
¿Quién robó tus sueños mágicos,
te apartó en oscuros márgenes,
te llenó de instantes trágicos?
La mariposa
Abre tus alas, radiante
mariposa del desierto,
voz en grito que quebrante
esta prisión de tu cuerpo.
Que al fin se rompa el capullo,
como larva te envolvieron
pero tú eres mariposa
mecida al viento en su arrullo,
libres alas que nacieron
para el beso de la rosa.
Cuando al aire luzcas tus colores
volverá a despertar la primavera
en el árido mundo que hiciera
en ti el milagro de las flores.
Inundarán de música la brisa,
en abrazos, desnudos corazones,
en la calle bañada de canciones
el sol descubrirá hoy tu sonrisa.
qué bonito lo
ResponderEliminardices todo, gracias por tu participación en un acto como el del viernes, siempre es un placer compartir ratos contigo
Precioso poema, Mª Teresa. Nadie debería vivir su vida encerrado como una larva cuando hay tanto mundo y tantas flores, tanto cielo y tanta luz.
ResponderEliminarBesos
Al final la primavera siempre llega aunque a veces lo haga camuflada por los residuos de un frío que se niega a partir.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Que al fin se rompa el capullo,
ResponderEliminarcomo larva te envolvieron
pero tú eres mariposa
mecida al viento en su arrullo,
libres alas que nacieron
Maravilloso poema en defensa de las mujeres, tu voz se alza por las que silenciaron la suya... emociona y llegas al corazón con tus palabras, Mª Teresa
Quiero creer que algún día toda esta locura hacia la mujer, se diluirá por la fuerza del amor.
Cariños, con un abrazo.
Ojalá que nunca más, ni por un solo silencio gestado por el miedo, ni por una sola lágrima, ni por una humillación, ni por un solo acto de violencia de género tenga que levantar su voz un verso.
ResponderEliminarGracias a todas por vuestros comentarios.