La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

09 diciembre 2008

El río de la abundancia

El río de la abundancia
desemboca en simas abiertas,
fosas insondables.
En sus orillas,
comisuras de crepusculares labios
quedan los restos del banquete.

Y la gula coronada
pisotea el pan y la carne
ante los ojos hambrientos del mundo.

Los pájaros acuden raudos
a comer la migajas por el suelo
para impedir el enojo en las alturas,
pero el pútrido olor de sus restos
sobrepasa la atmósfera.
Las semillas de los frutos despreciados
serán estériles,
escupidas por los surcos del arado,
les negará sus pechos desbordados la nueva primavera.

Retumba el trueno en la montaña,
es el grito de Gaia
que repudia las bocas de sus hijos insaciables
y no querrá engendrarlos
para evitar que la devoren.

5 comentarios:

  1. ¡Tremendo tu grito, Teresa, unido al de la madre Gaia!
    Así creo que es, como cantas. Expulsará de su seno lo podrido. No podrán con Ella, porque es más antigua y más sabia, y porque su espíritu, hijo del padre Sol, es tan poderoso y puro que destruirá la vana soberbia de los inicuos constructores de la nueva Babel.
    Un beso.

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  2. yo voy a contestarte desde el rio de la abundacia del dar,podemos dar desde la plenitud insaciable del ser único que tenemos dentro,esto es inagotable nunca se acaba y da la casualidad que cuanndo damos ,crece en forma desmensurable,el ser y las energías positívas que tenemos dentro,que por arte de mágia nos dan más vitalidad y fuerzas y ánimo positivo mesclados con una alegria inconmensurable,que no sabemos de donde viene es la alegría sin sentido aparente,lo que llamamos en meditación esactamente asi alegría sin sentido,sin causas y mágica,que nace de adentro y no de cosas exteriores,que estes en armonia con tu ser y puedas dar desde la luz y el amor,te mando un gran abrazo desde Israel,amiga querida y gracias por estar.

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  3. La verdad es que si me pongo en la piel (atmósfera) de la tierra dan ganas de coger a esos pimpollitos malcriados y desagradecidos bichitos terricolas con conciencia (algunos con más conciencia que otros) y mandarles a otro planeta... meterlos a todos en esos juguetitos que construyen y !hala! a molestar a otra parte... :D y no es que no me guste lo que somos, que me gusta... es que nos estamos pasando de la raya... y merecemos esa patada de la tierra en un supercohete con todos dentro... hacia ningún lugar tan bello como nuestro hogar: la tierra.

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  4. ¿seremos capaz de concienciarnos alguna vez?.

    Precioso tu texto lleno de lamento e indignación.

    Un abrazo

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  5. Gracias, Abraxas, Carmen, Verdial, por vuestros comentarios, que acompañan el pesar de mi poema, lo complementan y lo enriquecen.
    Gracias también a ti, Helen Maran, por ese río, de la abundancia del dar, que mencionas, que nos es tan necesario, al que debemos aspirar para alcanzar la alegría.

    Un beso.
    teresa.

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