La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.
Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.
Muy cierto, tan deslumbrados como engañados, vivimos. Saludos.
Y los cantos de sirena que nos hipnotizan y no nos dejan vivir con intensidad.Gracias por tu comentario, Miguel Angel. Saludos
Muy cierto, tan deslumbrados como engañados, vivimos. Saludos.
ResponderEliminarY los cantos de sirena que nos hipnotizan y no nos dejan vivir con intensidad.
EliminarGracias por tu comentario, Miguel Angel. Saludos