Si no ponemos freno a la distancia que hemos creado entre nosotros y la naturaleza lloverán las arenas y habrá sal donde paraíso hubiera.
A fuerza de distancia,
de distancia,
ajada fue quedándose la tierra,
arañada profundo por canales,
distancia que no reconoce huella.
A fuerza de distancia,
de distancia,
se hundieron a plomo las palmeras,
se erigieron extensos eriales
donde amante la sombra de la higuera.
A fuerza de distancia,
de distancia,
se fueron los oasis sepultando,
se abrieron por flores solo piedras,
se volvieron las aguas llanto amargo.
A fuerza de distancia,
de distancia
hubo sal donde paraíso hubiera
y no se puso freno a la distancia,
allá, cuando llovieron las arenas.
"Si no ponemos freno a la distancia que hemos creado entre nosotros y la naturaleza lloverán las arenas y habrá sal donde paraíso hubiera" ME ENCANTA Teresa, verdad es que deberíamos ser más cuidadosos y prestar más atención acortando las distancias. Así todo se mantiene en las condiciones más apropiadas. Un beso
ResponderEliminarEs un poema hermoso.. me gusta como le das fuerza y cuerpo a tus palabras.. versos..
ResponderEliminarExcelente
Un abrazo
Saludos fraternos...
Versos profundos. De denuncia y llamada. De pedir y clamar por la Pachamama, que nos la están matando.
ResponderEliminarUn abrazo
Rita
En nuestra ingenuidad olvidamos que la naturaleza es el todo y nosotros una muy pequñísima de las partes que la componen, atacarla es atacarnos, asesinarla es nuestro suicidio.
ResponderEliminarPrecioso poema, suena como una dulce plegaria cargada de dolor e impoetencia.
Besos
¡Qué hermoso poema lleno de nostalgia y dolor! Muy hermoso. Gracias por visitarme. Estamos en contacto. Un abrazo.
ResponderEliminarAdemás de unos hermosísimos versos, la terrible realidad que nos acosa. Para reflexionar.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida amiga:
ResponderEliminar!Qué forma la tuya en el verso!
Armonía pura armonía en cada verso, en cada poemas. Yo si que te felicito por todo ello y deseo que todo el mundo pueda conocer tanta belleza. Un abrazo.