La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

22 abril 2014

Herederos de la Tierra (reposición)


Si vierais las fuentes de arena cegadas,
feraces vergeles de cicuta infectos,
playas de gaviotas mudas y desiertas.
No lloréis por ellas
llorad por nosotros y por nuestros hijos
herederos de la tierra

Si vierais el aire de cuerpo invisible
severo enemigo violentando el pecho,
si vierais los frutos sin su primavera.
No lloréis por ellos
Llorad por nosotros y por nuestros hijos
herederos de la tierra

Si vierais extintos el cóndor y el ibis,
exhausto de especies el vientre marino,
si vierais las aves en cepos de brea.
No lloréis por ellos
Llorad por nosotros y por nuestros hijos
herederos de la tierra

Si vierais las uñas avaras del hombre
invadir los campos sin justa medida
y en matriz amarga crear sus quimeras.
No lloréis por ellos
Llorad por nosotros y por nuestros hijos
herederos de la tierra

Si vierais la selva en boca de fuego,
antorcha en los brazos de anchas ambiciones,
insignes linajes a destierro y miseria.
No. No lloréis por ellos
Llorad por nosotros y por nuestros hijos
herederos de la tierra.