Por los callejones
de los sin techo
deambulan los poetas
Templan sus manos
en la hoguera del silencio.
Con leños de
consumo inútil
se alimentan las
farolas,
brotes tiernos de
fósiles,
caprichos de desecho
ni para el fuego
sirven.
Los focos de neón
borran la memoria de
la luz.
Instrumentos de
Electra afónicos y discordes
ensordecen el oído a
la música
Los poetas huyen a
esconderse
en los rincones del
alba,
no quieren que su
voz alimente
la garganta que dice
ser única.
Vagan entre los
indigentes
ocultos bajo
mantones sobrios
ajenos a la
superficial atmósfera
espectacular María teresa!!! bravo porque eres capaz de decir todo de manera tan bonita, un beso
ResponderEliminarGracias Raquel, tu sí que haces cosas bonitas.
EliminarPor mucho que cerremos los ojos no conseguiremos que esa población de indigentes deje de crecer, y cuanto mayor sea, más intentaremos pasar sin mirarles y sin que nos vean.
ResponderEliminarSólo el poeta puede iluminar sus rostros para que nadie pueda meter la cabeza bajo el ala y fingir ceguera absoluta ante la injusticia y el desorden social
Besos
El poeta puede iluminar sus rostros y, también, vivir entre ellos, ser uno de ellos por no querer formar parte la palabrería vana que abunda.
EliminarMi querida amiga: La verdad que te has ceñido a un sentimiento muy del momento. Me duele tanto lo que veo; hambre, miseria, mentiras, manipulación y riqueza anexada a riqueza, siendo la pobreza el llanto de tantos...
ResponderEliminarPor un mundo más lógico donde la hermandad sea la espera más cercana del momento. Deseo justicia, paz e igualdad.
Un abraciño,
Rosa María Milleiro
Me sumo a tus deseos de justicia, paz e igualdad, imperiosamente necesarios.
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