Lo que no alcanzamos a comprender, lo que nos desconcierta, lo desterramos, lo humillamos.
Un Nombre, una lección de Amor.
Te dije mi nombre. 
Mi nombre era borrasca. 
Sonreíste conmovido 
estático ante la evolución. 
Mi nombre, 
cúmulos blancos en el azul. 
Mi nombre era espiral, 
introvertido espacio, 
ascendente vértigo 
creador a cada instante. 
Era gaviota migratoria, 
rebaño trashumante 
de corpúsculos de luz, 
cometa de un universo nuevo, 
cascada de aguas 
sin cauce que estrangule su fluir. 
Era amoroso combate, 
mansa rebeldía. 
Te dije mi nombre 
con los brazos extendidos 
pero tú como extranjero... 
los clavaste.

