La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

23 octubre 2008

No cantaré a los muertos


No cantaré a los muertos
ni a los muertos que se ocupan
de enterrar a los difuntos.
Ni a los dueños
de gentiles sepulturas

ni su paso por el mundo.

Quiero cantar a los vivos,
los que yerran
por apostar a la vida,
a los vivos que se olvidan
de morir,
a los que el mundo no aterra,

a los que amor les germina
hasta la muerte
y si les cubre la tierra
humanamente,
es tan sólo por vivir.

3 comentarios:

  1. Me hace pensar en mi abuelita que ya no esta conmigo. Tiene sentimiento. Gracias por visitar mi blogs nos estamos leyendo. Nos vemos. Amiga poeta.

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  2. Genial. Un canto a la fuerza del ser humano.

    Un saludo

    Jesús Domínguez

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  3. Hola!!!que hermosos poemas. gracias por visitar mi blog.
    un besote.
    lucia

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