La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

24 julio 2013

Al Recuerdo (Reposición)

Recordando mi juventud, los veranos en un pueblecito de Castilla. 


Regresar
a la ondulante marejada de trigo
al sopor aplastante de la tarde.
Algarabía de chiquillos en las calles,
regresar al estival concierto de la infancia.

Inconsciente ceguera
de todas las angustias
de todos los sudores,
inconsciente ignorancia
de todos los pesares,
de todas las tormentas
que el grano cosechado amenazaban,
de las tempestades
que vencieron el sofocante estío
y el infinito azul de plomo.

Regresar
al indolente transcurso de los días,
al frescor de las noches acaudilladas de luna,
cortejadas de estrellas,
a las luces, qué tan frágiles,
morían a toque de relámpago
o bajo platillos pasaban
la penumbra temblando.

Regresar a esas luces
aunque nunca iluminaron mis pasos
en las calles henchidas de tinieblas.
Regresar a la aventura
de todos los temores inventados
al vértigo de la inclemencia inesperada,
a la presentida gracia de los cielos.

Regresar, regresar
a la dulce inocencia de las manos blancas.

© Mª Teresa Sánchez Martín