La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

24 marzo 2012

Los pasos del hombre

A veces, ante noticias de desdichas provocadas por el ser humano a su prójimo, me pregunto si, después de transitar por la historia, los pasos del hombre no han aprendido nada.


Por el largo camino de siglos
fueron los pies cubiertos de pieles,
calzados de pobres sandalias,
o luciendo zapatos de reyes.
Conquistaron imperios antiguos
con perfumes, incienso, fieles,
cautivos ¿no aprendieron nada?

Sangraron heridas de hielo,
vadeando nieblas y pantanos,
besaron las cumbres más altas
arrastrando cadenas de esclavos.

Habitaron ardientes desiertos,
con sus alas la luna pisaron
¡tan blanca! ¿no aprendieron nada?

Descubrieron tierras de promesas
generosas en todos sus bienes,
arrancáronle al mar sus escamas.

Subastados por los mercaderes
fueron carne marcada entre rejas,
otro tiempo al son de cascabeles
sus danzas, ¿no aprendieron nada?

A los pasos, también en presente,
sus iguales a filo de espada
descubren cuestiones ocultas
y brindan con sangre inocente
esgrimiendo su falsa cordura
estudiada, ¿No aprendieron nada, nada?