La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.
Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.
02 julio 2009
He venido
He venido a respirar la noche,
a beberme de un trago las estrellas,
a emborrachar mi espíritu de luces,
a despejar mi rostro de tormentas.
He venido a descalzar el alma,
a clavar a tierra las rodillas,
a levantar el cáliz de mis manos
y a brindar con mi sangre por la vida.
He venido, sin agostar raíces,
dulcemente, a desnudar misterios,
a beberme la savia de sus hojas
y a florecer sus dones en mis versos.
Etiquetas:
Diálogos al Alba © Teresa S.M.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)