En memoria de las mujeres víctimas de la violencia de género. 
Me dijeron que era una larva condenada a vivir en su capullo, pero yo esperé y vi desplegar sus alas a una mariposa de mil colores con ansias de libertad.
La larva
Muéstrame tus ojos lánguidos 
del color de dulces dátiles 
heridos por crueles látigos, 
hermosos pero tan frágiles. 
Reflejo de cielos límpidos 
se olvidaron de las lágrimas, 
de sus derechos legítimos, 
ocultos tras la crisálida.
¿Quién te encerró en esas cárceles?
¿Quién robó tus sueños mágicos,
te apartó en oscuros márgenes, 
te llenó de instantes trágicos?
La mariposa 
Abre tus alas, radiante 
mariposa del desierto,
voz en grito que quebrante 
esta prisión de tu cuerpo. 
Que al fin se rompa el capullo, 
como larva te envolvieron 
pero tú eres mariposa 
mecida al viento en su arrullo,
libres alas que nacieron 
para el beso de la rosa. 
Cuando al aire luzcas tus colores 
volverá a despertar la primavera 
en el árido mundo que hiciera 
en ti el milagro de las flores.
Inundarán de música  la brisa,
en  abrazos, desnudos corazones, 
en la calle bañada de canciones
el sol descubrirá hoy tu sonrisa. 
 
