La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

10 abril 2015

Érase una tarde de abril


Recuerdos de una tarde de abril




Érase una tarde
de abril y de lluvia.
Érase una tarde
de verde encendido.

De voces lejanas
sin pena ni gloria,
de juego de pájaros
y canto de niños. 

Érase una tarde 
de ahuyentar las bocas 
de cántaros huecos 
preñados de ruido. 

Érase una tarde, 
refugio a la sombra 
de troncos tallados, 
de versos escritos.