La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

10 abril 2015

Érase una tarde de abril


Recuerdos de una tarde de abril




Érase una tarde
de abril y de lluvia.
Érase una tarde
de verde encendido.

De voces lejanas
sin pena ni gloria,
de juego de pájaros
y canto de niños. 

Érase una tarde 
de ahuyentar las bocas 
de cántaros huecos 
preñados de ruido. 

Érase una tarde, 
refugio a la sombra 
de troncos tallados, 
de versos escritos.

6 comentarios:

  1. beautiful poem . i consider a magnific write kisses andy

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    1. Thank you very much, Andy. I am glad that you like my poems. Thank you for your visit and your amiability. Cordial regards.

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  2. Que tarde tan bonita... Esas tardes de versos no suelen salir volando tan rápido...

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  3. Gracias, Danilita. Así es, esas tardes de abril se quedan en el recuerdo y en los versos.
    Saludos

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  4. Mª Teresa, me ha encantado tu poema, tiene un ritmo y una musicalidad preciosas, como el canto de esos pájaros y niños... bonita tarde que el alma añora.

    Un abrazo con rayos de sol.
    Ángeles.

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