La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

25 diciembre 2014

La luz del mundo en un candil

En ocasiones excepcionales una mínima luz 
es capaz de iluminar la oscuridad más intensa. 
(Villancico sacado del baúl de mis versos olvidados)
¡FELIZ NAVIDAD!

La noche es fría y oscura,
duerme un niño en un pesebre,
palmatoria de ternura
en las manos de un orfebre.

No hay hermosos alumbrados,
nadie prepara una cena,
no hay turrón ni mantecados,
ninguna campana suena.

Estrella de resplandores
sobre el establo de bueyes,
le agasajan los pastores,
le adoran magos y reyes.

Luz que habita en un candil
hecho de humana hojalata,
ilumina más que mil
candelabros de oro y plata.


2 comentarios:

  1. Precioso canto que nace del alma en esta noche de amor, qué nos lleva a ese lugar de Belén, donde una noche nació un niño qué lograría llenar de amor el mundo.

    Mª Teresa, me han encantado tus últimos versos...
    Luz que habita en un candil
    hecho de humana hojalata,
    ilumina más que mil
    candelabros de oro y plata.

    Son de una grandeza lírica donde el alma se llena de luz.

    Mi abrazo con cariño.


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  2. Muy hermoso este poema navideño. Siento la tardanza en leerlo y en felicitarte por él. Me ha encantado.

    Un abrazo.

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