La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

30 enero 2011

De noche

En la noche oscura del alma, en vigilia, mantendremos una luz encendida
en la morada de la fortaleza y la confianza.  


 Contemplo la noche
desde dentro,
palmatoria en la mano
de vigilia vestida.

Los pinos se doblan al viento norte,
la lluvia fugaz e implacable
rompe espejos de estrellas.

Con la nariz pegada a los cristales,
espero,
oh corazón nocturno,
la serenata del viento,
busco recobrar el diálogo
en el pulsar y su luz.

Ahora recuerdo que aprendí
de compasión y confianza,
ahora recuerdo que aprendí
que no me abatirán las sombras.

8 comentarios:

  1. Esas sombras que nos arrebata la ilusión y enturbian nuestra mirada no permitiendo ver más allá. Un besito Mª Teresa

    ResponderEliminar
  2. De éso se trata:"no me abatirán las sombras".
    Buen mensaje final.

    Saludos desde Chile

    ResponderEliminar
  3. donde hay sombras es por que hay luz...

    Un Saludo

    ResponderEliminar
  4. No es mal método librarse de las sombras de las noches oscuras del alma y cobijarse en las moradas a través de la poesía, San Juan de la Cruz y Santa Teresa lo hicieron, manteniendo en sus almas la esperanza, la confianza, el amor...

    Y no las sombras no te abatirán, en tus versos la luz se despliega con todo su esplendor.

    Besos

    ResponderEliminar
  5. "Contemplo la noche
    desde dentro,
    palmatoria en la mano
    de vigilia vestida."

    Veo sombras porque mi luz me las muestra...

    "Los pinos se doblan al viento norte,
    la lluvia fugaz e implacable
    rompe espejos de estrellas."

    Mi mundo de luz se resquebraja, se empequeñece...

    "Con la nariz pegada a los cristales,
    espero,
    oh corazón nocturno,
    la serenata del viento,
    busco recobrar el diálogo
    en el pulsar y su luz."

    Y ya metida de lleno en la ausencia y el silencio... espero que la espiral me lleve a un nuevo alumbramiento.

    "Ahora recuerdo que aprendí
    de compasión y confianza,
    ahora recuerdo que aprendí
    que no me abatirán las sombras."

    De mientras no diviso mi destino... veo que no todo es ausencia... queda un minúsculo titileo: la confianza y el amor me resguardan... pues son el punto blanco en medio del espacio negro de la espiral del yin yang...

    ResponderEliminar
  6. Lola
    Sí, hay sombras que nos arrebatan la ilusión pero, para contrarrestarlas, no debemos permitir que se apague la lamparita de la esperanza.

    Mónica Álvarez Lama
    Las propias sombras te enseñan el modo de combatirlas. Hay que perderlas el miedo.

    El ogro.
    Cierto. Es necesario girarse hacia la luz y dar la espalda a las sombras.

    Narci
    La poesía para mí ha sido un cálido refugio, sí, una morada, donde he aprendido a confiar. Ya quisiera yo alcanzar la confianza espiritual de San Juan de la Cruz y Santa Teresa, mientras tanto, no dejaré que me abatan las sombras.

    Carmen
    Me ha impresionado el análisis que has hecho al poema, verso a verso, paso a paso, tan acertado. Has captado perfectamente el sentimiento que me embargaba en el momento que lo escribí. Yo no hubiera podido analizarlo mejor. Tu dedicación me abruma. Gracias amiga.

    Gracias a todos. Es, para mí, una inmensa emoción el dejar aquí un pedazo del espejo de mi alma y ver como otras almas se miran en él.

    Un abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
  7. Para mí la poesía también es refugio y morada, Teresa, terapia y catarsis, a veces incluso el tronco al que me he agarrado para no ahogarme en los distintos océanos del sentimiento.

    En mi blog, A verso abierto, tienes un premio. http://aversoabierto.blogspot.com/

    ResponderEliminar
  8. Me quedé prendida al final,abrazo.

    ResponderEliminar