La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

22 abril 2010

La noche murió


La noche murió aquí.
La encontraron acribillada
a balazos de Electra
y a ráfagas de neón
al atardecer de un día cualquiera,
hace muchas décadas.

Desde entonces su cadáver
es horadado por proyectiles lumínicos
para asegurar que su serena penumbra
no recobra la seda negra de su manto.


En sus dominios brillaba
la auténtica luz.
Millones de soles
bajo el incendio de su sudario,
viven.