La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

18 septiembre 2010

Esperanza se va

A veces la esperanza nos sostiene prendidos de un hilo muy frágil.

Esperanza se va con la tarde

a lomos de un corcel crepuscular

rasgando la bruma.

 

Esperanza se aleja despacio

cerrando las puertas del horizonte,

abriendo las ventanas de una historia

por nacer.

 

Esperanza ha pintado de gris

las paredes del recuerdo.

Desconoce su origen,

no presagia la línea

de su porvenir.

 

Esperanza ignora la ruta del ave,

si volverá su canto

a las ramas invernales

de su frutal. 

 

Esperanza se fue

en los brazos amados de Septiembre

y no dijo

si pensaba volver.

6 comentarios:

  1. Un poema muy real, desgraciadamente, y escrito desde el alma, como tu acostumbras.

    Un abrazo
    Rita

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  2. Es un poema que muestra la cruda realidad. Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, pero esta se marcha cuando no son capaces de alimentarla para que quede en nuestro interior y tristemente sin saber si volverá. Un beso

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  3. Qué hermosísimo poema, Teresa. Me ha encantado. Tanto que no he podido evitar leerlo varias veces. Un placer. Sigue así, por favor, deleitándonos con estos versos con un ritmo tan tuyo, tan bien logrado y, sobre todo, tan natural.

    Un beso.

    Jorge Andreu

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  4. Hola Teresa, nos has regalado un bello poema como siempre acostumbras a hacer amiga mía.
    La Esperanza se va, pero siempre torna a nuestros lares. Sin ella no podríamos vivir... ¿no te parece? La esperaremos con ilusión. Un abrazo amiga Teresa.

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  5. Hermoso leerte, vivo con ella en un cofrecito para que nadie me la quiebre.

    Cariños

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  6. Cuando esperanza se va el futuro deja de tener sentido, pues, por lo general es él quien la devora.

    Bellos versos.

    Besos

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