La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

09 enero 2009

Un solo pan

Escuchad mi voz paupérrima.
No quiero alcanzar tesoros
que enriquezcan lo que nace sobrio.

Me duelen los ojos de luchar.
Las palabras se agolpan en los labios
como dagas para romper la mudez.

He visto en el cielo a los pájaros

trazar su vuelo en dirección contraria
al filo de la espada.

He visto desmoronarse
la espléndida visión que aparecía
y surgir, funestos, los rasgos
de lo que sólo era miseria.

Qué difícil es levantar el futuro
sobre unas manos nuevas, inocentes.
Qué difícil es que las migajas de la común unión
esparcidas por el mundo
se reúnan de nuevo en un solo pan.