La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

24 diciembre 2008

Es hora de Navidad

No traigas adornos y guirnaldas
ni espléndido alumbrado de fiesta,
es hora de velas y candiles,
resplandor de encendidas hogueras.

No desbordes exquisitos licores,
ni deliciosos manjares en la mesa,
es hora de gachas de pastores,
de aceite y pan en la despensa.

No es tiempo de cerrar castillos,
es hora de abrir la puerta
de la choza humilde y que penetre
dentro la intensa luz de la estrella.

No es tiempo de cubrirse orgullo
y lucir hermosas vestimentas,
es hora de desnudar el alma,
recobrar la paz ante la escena
excepcional de un niño entre pajas,
Luz de Dios que desciende a la tierra
para mostrar el único camino
que conduce a la morada eterna
.