La poesía toca con sus alas lo más pequeño, lo más excelso, toca el dolor y la alegría.

Nos pega a la tierra, a los seres vivos, nos eleva y transporta a otra dimensión.

25 octubre 2008

Palabra de honor


Mírate.
A penas te reconoces ante el espejo.
No eres sombra siquiera de lo que fuiste.

Mírate arruinada por traiciones y manos desleales.
¿Qué quedó de tu código de honor?
Fue ahogado por montañas de papel,
alimento para el fuego.
Documentos sellados por eruditos
se dicen dotados de honor y de justicia
pero son calzado de colosos.

Mírate.
Recuerda cuando fuiste poderosa,
cuando tu fuerza levantaba el honor de los hombres
y en la estrechez de las manos
se firmaba su honradez y su fama.

Mírate.
En el mercado púrpura de las plazas
eres vendida al mejor postor,
moneda de cambio sin valor es tu último destino.

Mírate.
Palabra de honor que no te reconozco.

5 comentarios:

  1. Un muy interesante poema que me sugiere la dignidad del ser humano.
    La dignidad ni se compra ni se vende.
    Lamentablemente hoy en día, dignidad y honradez son dos cualidades demasiado caras para poder mantenerlas. Ojalá estos valores vuelvan a ser nuestra mayor garantía.

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  2. Inquietante tu poema..pero tan real que duele.

    Un saludo

    Alternativa.

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  3. Tan inquietante y real es el poema que...duele

    Un saludo

    Alternativa

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  4. La descripción de los valores que uno puede tener cuando se hace un análisis y preguntarse muchas cosas.

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  5. ¡Volvamos a darle vida! Su valor no está muerto, solo enterrado y sordo.
    Démosle de nuevo su Código de Honor.
    La fuerza de movía a los hombres a la honradez y a la fama.
    Es su vida, y es nuestro deber.
    Reclamemos la dignidad del hombre y de la mujer.
    ¡Luchemos!

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